Sectores importantes en América Latina están alejados de la información y su capacidad de sanción a políticos es baja, lo cual que entorpece la efectividad de la rendición de cuentas, señaló Marcus Melo, profesor Universidad Federal de Pernambuco, en su conferencia magistral “Participación ciudadana e incidencia en la rendición de cuentas” del Seminario Internacional Desafíos de la Rendición de Cuentas en América Latina.

Durante su participación, moderada por Lourdes Morales, directora ejecutiva de la Red por la Rendición de Cuentas, el experto presentó un estudio de caso que ilustra las evidencias empíricas que hay sobre el concepto de rendición de cuentas en América Latina, con foco en Brasil.

Recordó que la visión tradicional de la rendición de cuentas distingue tres formas: rendición de cuentas vertical, que tiene que ver con las elecciones, la capacidad de los ciudadanos de premiar, sancionar, y la capacidad del poder legislativo de influir y controlar en el proceso político de forma amplia.

La rendición de cuentas horizontal está asociada a los balances y evaluaciones, y en las últimas décadas este modelo de separación de poderes se ha extendido y ha incorporado en muchos países.

La tercera forma de rendición de cuentas es la social, que está asociada al quehacer de la sociedad civil, de sus iniciativas.

Melo examinó algunos datos sobre la rendición de cuentas vertical en América Latina, los cuales describen que se trata de una región apática desde el punto de vista político.

En varios países hay mucha participación durante las elecciones, pero en ocasiones se debe a que es una exigencia legal. Además, se puede percibir una correlación estrecha de la participación con los datos socioeconómicos (Guatemala, Paraguay y Haití están en la parte más baja de participación).

Respecto a la rendición de cuentas horizontal, presentó algunos datos sobre la capacidad institucional, la independencia y la transparencia de la gestión. En este rubro, algunos países tienen auditorías que están muy bien posicionadas. “El Tribunal de Cuentas en Brasil es mejor en el ranking que Italia o España, por ejemplo”. Pero hay otros muy bajos, como Nicaragua u Honduras.

El especialista enfatizó que en la rendición de cuentas social, Brasil ha tenido una participación destacada. En otros indicadores, como el de las protestas, Argentina está adelante, arriba incluso de Estados Unidos. Chile es uno de los países con menos activismo social.

Pero qué correlación hay entre las tres formas de accountability, cuestionó. En ese sentido, presentó un caso paradigmático brasileño, “porque muestra cómo las cosas no están aisladas, sino que interactúan los tres tipos”.

Durante 2010, se realizó un movimiento que buscaba acabar con las candidaturas a puestos de elección de popular de personas que hubieran sido objeto de una acción penal emitida por un órgano colegiado. Se le llamó Ley de la Ficha Limpa (en portugués)

El significado de la “Ficha Limpa” pone el acento en que hay una falla de la rendición de cuentas vertical, ya que las elecciones muchas veces las ganan personas que tienen antecedentes criminales.

La estrategia para esta ley fue la obtención de firmas e implicó la movilización de varios sectores. Finalmente fue aprobada unos meses antes de las elecciones de 2010. Entonces, sin embargo, la decisión definitiva del tribunal superior es que esta ley no podía aplicarse en el proceso que estaba en curso.

“En realidad los políticos con fichas sucias no se desistieron. Sólo una pequeña fracción, pero ero se publicó la información de quienes eran sujetos a proceso y fueron castigados por los votantes”.

En Brasil como en América Latina, hay asimetrías de información. A pesar de difundirse que un político es corrupto, la gente vota por él. Si un político hace obra, mitiga los costos de esos escándalos de corrupción.

Sin embargo, señaló, de acuerdo con varios informes de AL la situación en Brasil es, sin embargo, muy favorable. “Entonces podríamos pensar que la situación es incluso peor en otros países”