Encabezados por la Coparmex, organismos especializados en transparencia y rendición de cuentas buscan impulsar en los estados esquemas locales contra los actos deshonestos.

Otro componente clave de la propuesta es establecer obligaciones para que las entidades doten a sus sistemas de recursos suficientes.

El último elemento es crear plataformas digitales que puedan cruzar bases de datos como los registros públicos de la propiedad, de comercio y de vehículos, para dar seguimiento a la situación patrimonial de los funcionarios y detectar posibles actos corruptos.

“Estamos dando un paso hacia adelante para llevar el sistema anticorrupción a las 32 entidades”, dijo De Hoyos en rueda de prensa.

Juan Pardinas, director del Imco, advirtió que, a nivel nacional, el país ha comenzado a construir instituciones, pero es necesario vigilar cómo se desempeñen y buscar que, en el ámbito local, se realicen prácticas que reviertan la situación actual, al comentar que México parece “una federación de cleptocracias”.

El director de TM, Eduardo Bohórquez, citó los casos recientes de gobernadores señalados de actos de corrupción.

“A menos de que nos movamos al mismo tiempo y con el mismo brío en el ámbito federal y en el ámbito estatal y municipal, no le vamos a dar la vuelta a esta muy agria página de la historia de nuestro país. Es completamente inaceptable que estado tras estado de la República tengamos hoy acusaciones (de corrupción), algunas que van directamente a la cabeza de los gobiernos estatales”, abundó.

La presentación de la propuesta de la Coparmex y las organizaciones civiles se produce a unos meses de que se promulgaron las leyes secundarias del SNA, como la de responsabilidades de los servidores públicos. Las entidades tienen hasta el año próximo para ajustar sus propias normas, mientras el Senado aún debe resolver el nombramiento del fiscal anticorrupción.

En este contexto, Pardinas opinó que el combate a la corrupción deberá ser la principal preocupación de quien gane la Presidencia en 2018.

“La corrupción y la impunidad deben ser la prioridad número uno de la persona que ocupe la Presidencia de la República en 2018, porque estamos ahorita muy ocupados y legítimamente preocupados por el mal tino de los electores estadounidenses para decidir quién va a ser su próximo presidente. Ese es un problema de segunda prioridad. Si no arreglamos la casa (…) lo de menos va a ser tener a Donald Trump en la Casa Blanca”, dijo.

FUENTE: Expansión