La crisis en el Partido Popular (PP) del jefe de gobierno español Mariano Rajoy se sigue profundizando. Ayer dimitió la histórica dirigente y presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, a raíz de los casos de corrupción partidaria. El jueves la Guardia Civil había allanado la sede del PP en Madrid. Es el cuarto caso de corrupción que golpea a la formación conservadora en pocos años. “La corrupción nos está destrozando”, admitió ayer Aguirre. El PP intenta formar nuevo gobierno, pero a las dificultades propiamente políticas se suma la devastadora imagen que causan los casos de corrupción.

“No tengo responsabilidad directa pero sí política. Debería haber vigilado mejor”, reconoció en rueda de prensa Esperanza Aguirre, una histórica del PP que fue competidora interna de Rajoy. “En estos últimos días hemos conocido noticias de indiscutible trascendencia que no hay que dar por confirmadas, pero me llevan a presentar mi dimisión”, señaló tras destacar “la gravedad” de las informaciones, esto es la incursión de la policía en la sede del partido en Madrid en busca de pruebas de financiación ilícita del PP en el llamado “caso Púnica”. Aguirre también atribuyó su decisión al hecho de que quien fuera su “número dos” en el gobierno de la región de Madrid, Francisco Granados, esté en la cárcel desde 2014 por corrupción. “Que un juez lo mantenga en prisión durante tanto tiempo nos hace pensar que algo grave debe de haber”, apuntó escuetamente la ahora ex dirigente.

La noticia provocó numerosas reacciones en el mundo de la política. Desde el Partido Socialista (PSOE) consideraron la retirada de Aguirre como “absolutamente necesaria” e instaron a Mariano Rajoy a seguir su camino…

Nota completa en: La Capital