En agosto pasado, un delfín gravemente enfermo entró a South River en New Jersey. Después de que el cetáceo muriera, funcionarios de la localidad se comprometieron a realizarle una necropsia pero nunca dieron a conocer los resultados.

El Departamento de Cultura de New Jersey respondió que, de acuerdo a la Ley de Revelación de Datos y a partir de una solitud de información, el informe de la necropsia es confidencial porque está catalogado como datos de diagnóstico médico o de evaluación. Es decir, New Jersey está reservando el reporte porque considera que los delfines tienen los mismos derechos de privacidad médica que los humanos.

Por su parte, una organización de transparencia gubernamental, señaló en un blog que esta no es la primera vez que New Jersey ha sido creativo con el fin de reservar información pública. De acuerdo al organismo, sin ver los resultados de la necropsia es imposible decir si el delfín se enfermó por la contaminación (como un escenario hipotético por lo cual se tendría hacer pública la información).

De acuerdo con el blog Motherboard, la idea de que los delfines tienen derecho a la privacidad es absurda y no tiene fundamento jurídico; aunque varios grupos han argumentado que los delfines y otros cetáceos merecen algún tipo de derechos legales bajo una categoría como “personas no humanas,” no ha habido ningún fallo real o ley clasificándolos como tal.

Vea más en: Motherboard