5 Años se han cumplido que los oaxaqueños dieron muestra, mediante el voto, que el pueblo puede cambiar al poder político. 5 años que los oaxaqueños decidieron terminar con la hegemonía de más de 80 años del PRI. 5 años que la esperanza de los oaxaqueños fue depositada en Gabino Cué después de los agravios del 2006, que enfrentaron a los oaxaqueños unos contra otros. Un episodio que siempre será recordado sin duda. 5 años que por primera vez, un mandatario obtuvo un alto grado de legitimidad por los sufragios alcanzados en la jornada electoral. 5 años que muchos oaxaqueños tenían ansiaban que viniera la justicia y se combatiera la impunidad. Hoy, solo quedo como un recuerdo, hoy el desencanto en nuestro mandatario es mayúsculo. Hoy no sabemos por qué el Gobernador echó al “bote de la basura”, la confianza depositada en él. Hoy no sabemos por qué en el penúltimo informe de su gobierno, no quiso rendir cuentas ante quienes también resultó otro fraude de nuestra alternancia, el congreso oaxaqueño. Hoy el pueblo de Oaxaca, es un “cero a la izquierda” de quienes ostentan el poder político.

El pueblo de Oaxaca venía de una crisis política, donde los agravios fueron recurrentes. En 2010, la gente salió a votar para tratar de superarlos, para buscar el equilibrio entre libertad y poder, para terminar con el abuso de la autoridad, para cerrar las fisuras entre las relaciones de los oaxaqueños. El “Oaxaca de todos, un gobierno para todos” quedo en promesa, quedó enterrada como muchas otras.

A 5 años de que este gobierno de coalición tomó las riendas del estado, no podemos hablar de resultados concretos sobre la gestión gubernamental. El quinto informe de gobierno entregado a la LXII Legislatura, no es más que un recuento sumario de toda la gestión. No representa, los logros realizados en este año y en consecuencia, no permite comparar y evaluar los resultados de su gestión. La numeralia exhibida solo corresponde a los insumos de los programas.

La evaluación de políticas públicas, de los resultados obtenidos, sigue siendo la asignatura pendiente de nuestro gobierno. En el último trecho desconocemos los resultados del gobierno en cada estrategia que implementó. Hoy tenemos que “echarnos un clavado” en la información de los 3 últimos años, con sumas, restas y divisiones, para tratar de encontrar el avance sustantivo de cada año de gestión.

No podemos asegurar haber logrado mejorar la educación para nuestra niñez, cuando sólo presentan cifras de cantidades e inversión en uniformes, útiles escolares y becas; y nada sobre resultados favorables en los índices de deserción y aprovechamiento escolar.

No podemos asegurar haber logrado mejorar la inversión en infraestructura pública, cuando sólo nos proporcionan la cantidad e inversión de las obras realizadas; y nada de resultados sobre la transparencia en la asignación de las mismas, y mucho menos del costo-beneficio.

No podemos asegurar haber logrado mejorar de empleo formal, cuando en el segundo trimestre del año fueron despedidos cientos de trabajadores del gobierno estatal.

No podemos hablar de las grandes obras “pilares” del gobierno del estado, cuando en los hechos, a más de 3 años de haberse iniciado hoy siguen sin concluirse: El CIMO, el Polideportivo Venustiano Carranza, el Estadio de futbol y la Calzada Porfirio Díaz.

No podemos asegurar haber combatido la pobreza, cuando el informe del CONEVAL dio a conocer que del 2012 al 2014, más de 200 mil oaxaqueños empeoraron su situación de pobreza.

No podemos asegurar haber logrado mejorar la seguridad social, cuando el gobierno del estado contrata bajo la modalidad del outsourcing y más de 3 millones 100 mil oaxaqueños no cuentan con ella.

No podemos hablar de legalidad en el ejercicio de funciones, cuando hoy dos Secretarios, turismo y administración, violando la ley orgánica, construyen obra pública atendiendo intereses particulares, sin facultades expresas para tal fin.

No podemos hablar de transición en la democracia, cuando un grupo de ciudadanos fue agredido y denostado por el gobierno al oponerse a una obra en el cerro del fortín; obra que generó un dispendio de recursos públicos en su promoción.

No podemos hablar de atención a grupos vulnerables, cuando los recursos provenientes del Fondo Regional (RG23) no se destinan a los municipios con menor índice de desarrollo humano; en contrario, se destinaron para pagar un proyecto ejecutivo del centro de convenciones y para mejorar la infraestructura urbana de fraccionamientos en zonas exclusivas de Huatulco.

Hoy nuestro estado, carece de autonomía e independencia. El federalismo centralista se apoderó de varias facultades estatales ante la incapacidad de hacer cumplir una reforma constitucional. El asunto educativo puso en evidencia la debilidad de un estado que no quiso cumplir con el pacto federal. Hoy la reforma educativa está entrando por la fuerza a nuestro estado, la fuerza pública federal ronda por doquier. El nuevo IEEPO a cuatro meses de ser ungido, no ha dado muestras de una mejora organizacional que permita avizorar un cambio verdadero en la dirección de la educación.

Nada personal, a 5 años nos quedo a deber nuestro Gobernador. La transición democrática no la alcanzamos, los intereses de los partidos políticos de la coalición fueron puestos por encima de los intereses de los oaxaqueños que lo llevaron a la gubernatura. La confección de la norma constitucional local y de las leyes secundarias de los órganos autónomos, fueron acuñadas para acomodar a personas afines a partidos políticos y no a los ciudadanos. Hoy la participación ciudadana es una promesa incumplida gracias a los partidos de la coalición. El PRI tomó su parte de este reparto.

Es cuanto.