Sé que una nueva luz

Habrá de alcanzar nuestra soledad

Y que todo aquel que llega a morir

Empieza a vivir una eternidad.

Dios Nunca Muere es el himno de facto de Oaxaca, cuando se nos deleita con su acompañamiento musical, nos ponemos de pie. De pie como hoy está Oaxaca, hoy ya no queremos otro 2006, aunque que muchos le atizan. Los ciudadanos estamos de pie, ya no queremos seguir enfrentándonos entre nosotros. Celebro el retiro del Ejército y la Policía Federal ante las provocaciones de la CNTE. No queremos seguir engrosando las filas de la violación flagrante de derechos humanos. No queremos estar en la misma situación de nuestro estado vecino. Ya sin combustible, el estado poco a poco se ha peatonalizado.

El gobierno en turno y nuestros representantes populares, federales o locales, no se han pronunciado al respecto. Ni los diputados ni los senadores actuales, han querido tocar el escabroso tema. Lo que estamos viviendo esta semana en el estado, fortalece que “al final del cuento” los ciudadanos nos quedamos en la soledad. Estamos aguantando las consecuencias de un mal trabajo legislativo, desde la aprobación de la Reforma Constitucional y sus Leyes Secundarias, los actuales representantes populares nunca, pero nunca, vinieron a socializar el tema, les hicieron falta los mezcales y otra cosa. Yo exclamo: ¡Dónde están los actuales diputados y diputadas! ¡Dónde! En estos momentos debieran estar calmando los ánimos, pronunciándose por resolver el problema educativo, se están afectando a miles de ciudadanos pero sobre todo a los que no pueden defenderse, los niños y las niñas. Hoy están en su trinchera y como los avestruces.

Al igual se encuentra nuestro Congreso Local, una gavilla de chantajistas, a 2 años de funciones han traído “de aquí para allá” la validez de la Reforma Constitucional y la armonización de las leyes secundarias. No han hecho ningún cambio estructural para que este problema se lleve por un buen cause. No quieren que se terminen más de 3 décadas de paros, bloqueos y demás acciones que causan malestar a los oaxaqueños. No quieren darle vuelta a la hoja del 2006. No quieren el bienestar de los ciudadanos. Y puntualizo, tenemos un congreso local plural, sin mayorías, representado por todas las fuerzas políticas. Pero sin convicciones y sin compromisos, carentes de aptitudes y virtudes.

Del lado de los que aspiran a una curul, la crisis que estamos viviendo en el tema educativo, no se relacionó con sus plataformas. No escuchamos cómo van a zurcir la ley del servicio profesional docente que nos tiene de cabeza, otra vez, nadie quiso pronunciarse a pesar que este tema estará en su palestra.

En el tema de la corrupción, tampoco nadie se pronunció por las leyes generales que harán funcionar el sistema Nacional Anticorrupción. Sobre el Sistema Nacional de Protección Social en Salud, nadie se pronunció por mejorarlo o transformarlo para que la gente más necesitada cuente en la realidad con el acceso a la salud de manera gratuita; a pesar que el sector salud está en paro desde hace más de 30 días de manera paralela a las campañas, a nadie le interesó. Sobre la transparencia legislativa, la nueva ley ya los alcanzó, todos hicieron mutis; nadie se manifestó por transparentar sus prerrogativas o dádivas; nadie se pronunció por disminuir el derroche que está a nuestra vista; nadie dijo que sería diferente. Las frases y los eufemismos que escuchamos nada se relacionan con el aumento de bienestar social o la concreción de políticas públicas relacionadas con tantos derechos consagrados en la Carta Magna. Pero eso sí, no pierden oportunidad para invitarnos a que votemos el domingo.

Ante este escenario, muy nuestro, muy de un estado del sureste, muy de un estado que se encuentra en los últimos lugares en varios derechos sociales. Cómo invitar a que votemos, cómo invitar a que votemos por el menos peor, cómo invitar a que creamos en nuestros representantes, cómo confiar cuando estamos viendo que se esconden, cómo elegir si fueron impuestos desde la cúpula y a espaldas de los ciudadanos, cómo votar por un congreso dividido si vemos que son puro chantaje.

Respeto mucho las opiniones contrarias al voto nulo, pero no las comparto. Reconozco que en otros lugares hay candidatos progresistas en distintos partidos, reconozco el trabajo de varios Senadores progresistas y comparto también, los gobiernos sin mayoría, para que la discusión, el consenso y la argumentación prevalezcan en el debate político. Supongo que en otros estados, esto sí funciona, pero otra vez sale a reducir la desigualdad de nuestra República, política en este caso.

Sin embargo, la soledad en que estamos los y las oaxaqueñas, la situación en vilo en que nos tienen y ante la ausencia de la clase política para resolver este problema; nos hace decidir por botar a la basura la representación de los partidos. Cada quién tiene el gobierno que se merece, Oaxaca ya no merece más indiferencia de sus representantes. El voto nulo será una respuesta al desencanto de este sistema de representación y a nuestra soledad que padecemos. Se contabilice o no, sirva o no, apoye o no, es lo de menos. Tenemos que dar el paso siguiente, el país se está moviendo.

Difiero en quienes tienen el sueño guajiro, que un congreso “más” plural mejorará la democracia; quienes creen que desde el interior del mismo saldrán propuestas para cambiar el sistema. Son 200 diputados que no nos harán caso, porque se deberán a su partido, de los 300 que nos quedan cuántos tendrán ideas o propuestas progresistas, ¿la mitad?, lo dudo. No veo la posibilidad de que esto cambie al votar por los partidos pequeños o por lo menos peores. Los candidatos no convencieron.

Sé que una nueva luz,

habrá de alcanzar nuestra soledad.

@acruzpi