La iniciativa de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LGTAIP) se quedó corta al menos en transparentar, la parte más sensible de la obra pública, su asignación. Hoy estamos ante señalamientos de presunto favoritismo en la asignación de la obra pública; hoy se señala que el Presidente quiere esconder bajo el tapete el tema de la casa blanca; hoy ante la opacidad se formó en la Cámara Baja, una comisión especial que indague el proceso de licitación del tren rápido México-Querétaro; hoy el IFAI ordenó se hagan públicos los planes y avances del Nuevo Aeropuerto de la ciudad de México; hoy amanecimos con que la percepción de la corrupción en nuestro país no se inmuta, seguimos estancados de acuerdo al Índice de Percepción de la Corrupción 2014 de Transparencia Internacional.

Las contrataciones del Gobierno, hoy por hoy son una de las cepas de la corrupción; quejas al por mayor de contratos con sobreprecio y favoritismo en la asignación, no es cosa menor. Una de las implicaciones de la Reforma constitucional es la obligación de documentar todo acto que derive del ejercicio de sus funciones, es decir, la materia prima del derecho de acceso a la Información. La ley que tiene por objeto reglamentar la aplicación del artículo 134 de nuestra Constitución en materia de contrataciones de obras públicas, así como de los servicios relacionados con las mismas, es la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas (LOPSRM). En ella quedan perfectamente señaladas de manera secuencial, cada una de las etapas del procedimiento de contratación de la obra pública; además señala los documentos públicos que se generan en cada etapa. Es por esto, que sostengo que la iniciativa se quedó corta debido a que no hay concordancia con la ley que regula los procedimientos de contratación, vamos, hay disparidad y no hay correspondencia. Esto podrá generar áreas de oportunidad para los renuentes a la transparencia y acceso a la información, ante los recovecos y lo endeble de lo propuesto, sin duda, le encontrarán “las mangas al chaleco”. Para mayor abundamiento, no se está tomando en cuenta uno de los compromisos de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) que firmó nuestro país, el compromiso 46 “Mejorar el Sistema Electrónico de Contrataciones Públicas (COMPRANET)”, sistema consolidado con avances sustanciales en la publicidad de los documentos que se generan en los procedimientos de contratación de las obras; es el medio legal para publicar las convocatorias o llamados a la licitación, así como las actas del procedimiento y los contratos. Sin embargo, no considera documento alguno de la evaluación de las propuestas, que como hemos señalado insistentemente, es uno de los pasos del procedimiento más difíciles de llevar a cabo de manera correcta y justa, pero al mismo tiempo, es uno de los pasos más fáciles para distorsionar la adjudicación de los contratos. Nos estamos quejando de sistemas fragmentados en la rendición de cuentas, se ha señalado que no hay que crear más instituciones o leyes, se ha insistido en complementar. Mi señalamiento es en ese sentido, estamos dejando pasar la oportunidad para concatenar la transparencia y la rendición de cuentas. Si bien es cierto, que la iniciativa contempla varios puntos del procedimiento, lo propone de manera desordenada, confusa e incongruente y sin hacer referencia sobre la información del COMPRANET. No perdamos esta oportunidad, hoy tenemos Senadores y Senadoras progresistas que han hecho un gran esfuerzo en consolidar un Sistema Nacional de Transparencia, y no por cuestiones de desconocimiento de un tema, se nos caiga una parte.

Debemos contar con mecanismos claros, transparentes y en tiempo en las contrataciones públicas del Gobierno; debemos abrir espacios para la participación ciudadana; debemos arrancar la llamada cultura de la corrupción en la obra púbica y sentar las bases para el desarrollo de mecanismos de contratación que garanticen una asignación transparente, justa y competitiva.; tenemos que disminuir la discrecionalidad en los servidores públicos y a la vez, protegerlos de las consignas que reciben para dirigir la asignación hacia un contratista determinado. Muy respetable el esfuerzo del grupo redactor, pero tengo el presentimiento que #SeCansó en el último tramo y cómo dice el dicho: ¡Qué pasitos tan chiquitos con tremendos zapatotes! Es mi opinión.

* Tuiter: @acruzpi