“La corrupción y la percepción de la corrupción minan la confianza en los Gobiernos, las empresas y los mercados”. Es la conclusión del secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, tras la publicación del primer informe de este organismo para “cuantificar la corrupción transnacional” en los 34 países miembros de la institución. Los sectores donde más fraudes se detectan son la industria de extracción, la construcción y el transporte.
La OCDE ha analizado 427 casos examinados por los jueces. En el 67%, las corrupciones se produjeron en países de medio, alto y muy alto desarrollo, si bien es este tipo de Estados donde existen más medios para descubrirlos. De hecho, es Estados Unidos el país que encabeza la lista, con 128 casos, seguido de Alemania (26), Corea del Sur (11) o Italia, Suiza y Reino Unido, con seis cada uno.
El informe no entra en detalles pormenorizados y se limita a poner de relieve las estadísticas para esa primera “fotografía” de la corrupción transnacional. Así, destaca que, en el 53% de las operaciones fraudulentas, estuvieron implicados directivos y altos cargos de las empresas, en su mayoría de gran tamaño, mientras los corrompidos fueron sobre todo empleados de empresas públicas o funcionarios (un 80%). El 57% de las operaciones fraudulentas afectaron a empresas o instituciones públicas.
Los sobornos superaron como media el 10% del coste de las operaciones, lo que influyó negativamente en los salarios de los empleados de las empresas afectadas, la calidad de los materiales utilizados o el tratamiento a pacientes en fraudes relacionados con el sector sanitario. El mayor soborno, de 1.400 millones de dólares (1.125 millones de euros), se registró en Estados Unidos…
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