Por: María Marván Laborde

Transparencia Mexicana es una institución de la sociedad civil que ha trabajado a lo largo de 15 años por México, en áreas clave de la vida nacional.

Tiene como objetivos fundamentales promover la consolidación de una cultura ciudadana de respeto a la legalidad. Considera necesario fortalecer a la sociedad fomentando relaciones que se sustentan en la ética personal e institucional. Ha participado en el impulso de propuestas en el entorno educativo relacionadas con la integridad y la promoción de la responsabilidad de servidores públicos.

Se le reconoce por su constante preocupación por el combate en contra de la corrupción; ha trabajado de la mano con el gobierno federal, los gobiernos locales y muchos gobiernos municipales haciendo propuestas concretas para reducir las prácticas que favorecen la corrupción. Esta organización fue innovadora en el programa de Testigos Sociales, que ha acompañado importantes compras gubernamentales promoviendo la austeridad y la honestidad.

A lo largo de estos años ha establecido alianzas estratégicas con otras organizaciones de la sociedad civil tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Transparencia Mexicana es el capítulo en México de Transparencia Internacional, organización formada en 1993 por Peter Eigen. Su trabajo en el Índice de Percepción de la Corrupción ha transformado el discurso internacional y ha logrado estructurar una agenda seria de combate a la corrupción. Gracias a su trabajo se reconoce que ésta existe y causa graves perjuicios al gobierno, a la economía y a la sociedad.

Esta organización busca predicar con el ejemplo; abre al escrutinio de la sociedad sus cuentas y sube a internet, año con año, sus estados financieros auditados.

Transparencia Mexicana fue fundada por Federico Reyes Heroles y es él quien ha presidido la organización desde 1999. Con toda generosidad le ha dedicado tiempo, esfuerzo e inteligencia a este proyecto que hoy es una realidad. Reyes Heroles sostiene que no hay gobiernos corruptos sin empresas corruptas y corruptoras, entender este fenómeno y luchar por erradicarlo ha sido parte de su trabajo en estos años.

Eduardo Bohórquez es el director general, cuyo compromiso con la causa ha sido demostrado ampliamente, cuenta con un magnífico equipo tanto de personas que trabajan de tiempo completo como con un amplio grupo interdisciplinario de expertos.

México atraviesa por una crisis o conjunto desafortunado de crisis que nos obliga a recapacitar sobre los límites a los que puede llegar la pérdida de legitimidad del gobierno. Nadie podemos negar que un factor fundamental de esta situación es el altísimo nivel de tolerancia que hemos desarrollado frente a la corrupción. Por ello, la labor de Transparencia Mexicana, así como de otras organizaciones de la sociedad civil con las que compartimos ideales de integridad, de exigencia en la rendición de cuentas, de necesidad de claridad en el manejo de los dineros públicos, tiene hoy un papel central en el necesario proceso de reconstrucción del país.

No es una licencia retórica hablar de la necesaria reconstrucción del país, reconocer la gravedad del momento crítico que estamos atravesando no es tremendismo ni busca alentar la desesperanza, es el inicio de un compromiso claro y profundo de todos y cada uno de nosotros con el mañana.

No podemos pensar que el problema es de otros, que no tenemos parte de responsabilidad en las múltiples tareas de recomposición que demanda la sociedad.  Debemos exigir al gobierno integridad, debemos, también, conminar al sector económico a asumir su parte en la faena.

La fortaleza de la sociedad civil es un factor que propicia la estabilidad y le da mayor densidad a la calidad democrática del país. No creo en una sociedad civil pura que se enfrenta a políticos corruptos, el maniqueísmo no sólo es injustificable, es, sobre todo, mentiroso, oculta la verdad e impide la relación de colaboración y mutua exigencia que hoy es indispensable e impostergable.

La realidad nos muestra con crudeza el grado de descomposición institucional que estamos viviendo. No dudo en afirmar que la corrupción, la falta de transparencia, la tolerancia al fraude, la costumbre a la mentira, han sido factores fundamentales para llegar a este punto.

Todo el esfuerzo que en este momento pueda hacer Transparencia Mexicana debe contribuir a la pacificación del país. Los logros obtenidos por esta institución sirven como plataforma para acometer el futuro.

P.D: Recomiendo ampliamente el texto del Instituto de Estudios para la Transición Democrática: México, las ruinas del futuro. Análisis crítico del momento con propuestas concretas y puntuales. http://www.ietd.org.mx/mexico-las-ruinas-del-futuro/

**Extracto del discurso pronunciado el 24 de noviembre de 2014 al ser presentada como la presidenta del Consejo Rector de Transparencia Mexicana. (Entraré en funciones en enero de 2015)