Ninguno de los instrumentos contra la corrupción que se encuentran atorados en el Congreso de la Unión servirá de algo si antes no se combaten las causas que generan ese mal, señaló el académico Mauricio Merino, coordinador de la Red por la Rendición de Cuentas.

“Hay una coincidencia de que la corrupción la producen personas corruptas y que lo importante es perseguir a los corruptos. Se olvida que la corrupción es una secuela de los defectos de la administración pública.

“De los espacios de discrecionalidad que se abren cuando se toman decisiones y se asignan recursos y de la falta de vigilancia, de apertura y de control en esos procesos de toma de decisiones sobre recursos públicos”, apuntó.

El académico del CIDE advirtió que, de aprobarse en la Cámara baja la minuta que crea la Comisión Nacional Anticorrupción, se corre el riesgo de que se persiga a los enemigos políticos del Presidente.

“El órgano anticorrupción propuesto por el señor Presidente no es una buena solución, es una solución incluso regresiva, porque puede convertirse en un instrumento de presión política”, añadió.

Fuente: El Golfo