El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la captura de tres generales de la Aviación Bolivariana involucrados en la supuesta organización de un golpe de Estado contra su Gobierno. Sin dar mayores detalles, el gobernante venezolano saludó la conciencia de los oficiales que habrían delatado el movimiento. “Vinieron alarmados a decir que se le estaba convocando a un golpe”, dijo. El jefe del Estado agregó que los tres generales tienen vínculos con la oposición venezolana.

Con esta denuncia, Maduro dio la bienvenida a la misión de cancilleres de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), que este martes inició una visita de 48 horas a Caracas. Ha sido sin duda la manera más contundente de reunir mucha más fortaleza a su alrededor de la que ya exhibía en los foros continentales y una forma de darle credibilidad a la versión del golpe de Estado continuo que enfrenta desde hace mes y medio, provocado, según esa visión, por el ala más radical de la opositora Mesa de la Unidad Democrática.

Ese contrataque parece afianzar el motivo original de la visita de los cancilleres, y le resta fuerza a una petición que en las últimas horas habían hecho los representantes de Colombia y Paraguay para ampliar la agenda de actividades. “Debemos tomar contacto con todos los sectores políticos y sociales de este país”, comentó en Asunción el canciller paraguayo Eladio Loizaga antes del viaje. Caracas, que es muy celosa con las intromisiones de terceros en asuntos internos, había logrado imponerse para diseñar una visita a la medida de sus intereses. Los países de Unasur acompañarían y asesorarían las conferencias de paz convocadas por el Gobierno, pero que no cuentan con presencia de la oposición política…

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