Al menos una decena de alcaldes mexicanos afirma que algunos diputados del Congreso de México les obliga a pagarles “comisiones” (sobornos) a cambio de mayores recursos públicos para sus municipios. El escándalo, que estalló hace cuatro meses, ha vinculado la práctica a líderes del oficialista PRI (Partido Revolucionario Institucional) y el conservador PAN (Partido Acción Nacional), que ocupó la presidencia de México durante los últimos 12 años. Los medios locales se refieren a la trama ilegal como “los moches”. “Mocharse” en mexicano significa exigir un favor a cambio de otro y los moches que salpican a los legisladores del Congreso de México es lo que el resto del mundo llama corrupción.

Las primeras informaciones, publicadas en noviembre pasado en el diario Reforma, detallaban que los alcaldes debían contratar a empresasfantasma vinculadas a los legisladores a cambio de que enviaran mayores recursos para la sanidad, educación y urbanización de sus municipios. La trama de corrupción involucraba, supuestamente, al coordinador de los diputados del PAN en el Congreso, Luis Alberto Villarreal, legislador por Guanajuato (centro del país).

La práctica descrita dibuja una sofisticada corruptela que funcionaba en dos etapas: Villarreal se reunía con los alcaldes y les ofrecía el apoyo de su bancada para conseguir el apoyo federal. Días después, un diputado “de toda su confianza” se aparecía para informar al presidente municipal que podía contar con el dinero, pero que necesitaba antes “ayudar” al legislador. El dinero de los contribuyentes mexicanos es pagado a empresas fantasma relacionadas con los políticos…

Nota completa en: El País