“Luego de dos años y más de 5 mil millones de pesos invertidos en el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (Pronapred),  necesitamos entender en qué consiste este Programa y conocer sus prioridades, para saber si tenemos la  política de prevención del delito que requerimos”, explican las autoras de la investigación, Sandra Ley y Lilian Chapa Koloffon, quienes analizaron el diseño de las más de 5 mil 500 acciones implementadas en el marco del Pronapred en 2014.

El estudio, además de que encuentra aciertos en la mejora de la calidad de los diagnósticos de las acciones de prevención, así como en el hecho de que los jóvenes conformen el grupo más atendido por el Programa, también revela algunas de sus debilidades. Entre ellas, destacan la persistente falta de transparencia en cuanto a la metodología de selección de las demarcaciones atendidas por el Programa, la falta de vínculo entre las acciones emprendidas y los problemas identificados en los diagnósticos, o el hecho de que algunas acciones con comprobado potencial de efectividad hayan quedado relegadas, mientras que entre las acciones más frecuentes se ubican campañas comunicacionales cuyos alcances son difusos.

DESCARGUE AQUÍ DOCUMENTO