Dentro de dos domingos, no existirá instrumento más confiable para conocer el veredicto de las urnas que el conteo rápido del INE.
Para enfrentar esas horas de tensión política que seguirán al cierre de las urnas el domingo 2 de junio, la ley contempla una herramienta con la que el Instituto Nacional Electoral (INE) ofrecerá claridad y certeza: el anuncio en cadena nacional de los resultados del conteo rápido de la elección presidencial.
Veamos qué es y cómo debe operar el conteo rápido.
Un conteo rápido es una proyección estadística del resultado de una elección a través de una muestra representativa de las casillas. La muestra es diseñada con criterios científicos por destacados especialistas, académicos expertos en estadística, informática y matemáticas, que conforman el Comité Técnico del Conteo Rápido (COTECORA) del INE.
La fuente de información del conteo rápido es el 100 por ciento de los votos depositados y contados en las casillas de la muestra. Para la elección presidencial la muestra será de 7 mil 500 casillas. Quienes enviarán la información vía telefónica al INE son sus propios Capacitadores Asistentes Electorales (CAEs), es decir, las personas que desde hace meses trabajaron visitando a los ciudadanos sorteados para invitarlos a ser funcionarios de casilla, quienes les capacitaron y los asistirán el 2 de junio. Los CAEs del INE estarán al interior de las casillas y apenas termine el conteo de votos de la elección presidencial, transmitirán el resultado.
En la sede del INE, aislados de los partidos políticos y sin contacto externo, solo verificando la información estadística que se recibe de la muestra, los científicos del COTECORA verán en qué momento hay suficientes datos para hacer pública la estimación definitiva de los intervalos de votación para cada candidatura. En ese momento, asentarán en un documento las cifras de los intervalos de votación que se proyecten para Álvarez Máynez, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, respectivamente. Cada intervalo va de un porcentaje mínimo a uno máximo, siendo ambos muy cercanos. Si los intervalos de las dos candidaturas más votadas no se traslapan, esto es, si el inferior del primer lugar no se toca con el superior del segundo lugar, el conteo rápido mostrará, con claridad, a quién favoreció la ciudadanía.
Esa información del Comité se entrega a todos los integrantes del Consejo General del INE, incluidos los representantes de partidos, y debe ser leída de inmediato en cadena nacional por la presidenta del INE. No se puede ocultar la información. Incluso si la elección es muy cerrada y los intervalos de estimación se cruzan, esa información debe hacerse del conocimiento público (a diferencia de lo que ocurrió en la cerrada elección de 2006). En las elecciones presidenciales de 2000, 2012 y 2018, el INE (antes IFE) dio a conocer con claridad los resultados de los conteos rápidos hacia las 11 de la noche.
Dentro de dos domingos, no existirá instrumento más confiable para conocer el veredicto de las urnas que el conteo rápido del INE. Las llamadas exit-polls o encuestas de salida son menos fiables, sobre todo en elecciones cerradas, porque su fuente de información es el ‘dicho’ de los ciudadanos encuestados después de votar; si la persona entrevistada miente, afecta la estimación. En cambio, el conteo rápido no pregunta a algunos electores por casilla, sino que toma los votos ya contados, por eso es mucho más confiable y preciso.
No habrá una sola empresa demoscópica con capacidad de hacer mejor ni más rápido el trabajo del INE: no tienen tanta capacidad de campo ni sus encuestadores podrán estar dentro de las casillas para tomar los datos de la elección presidencial, apenas se acabe de contar.
El viernes 31 de mayo se generará la muestra del conteo rápido, la cual no debe ser conocida por los actores políticos para que no se les ocurra tratar de incidir en las casillas seleccionadas. El resguardo de la muestra es responsabilidad expresa de la Secretaría Ejecutiva del INE y del director del Registro Federal de Electores.
La experiencia nos dice que ciertos actores políticos, apenas se cierran las urnas, suelen autoproclamarse ganadores. Si eso sucede será por imprudencia y desprecio a la ciudadanía, pues en ese momento no se habrán contado siquiera los votos.
En tiempos de irresponsabilidad y desplantes autoritarios, el conteo rápido del INE es una herramienta indispensable de certeza y estabilidad política. Todos los actores, incluyendo el presidente de la República, deberán esperar a los resultados del conteo rápido y, luego, aceptarlos. Les gusten o no.
Fuente: El Financiero