Tras aseverar que en México “la ley es divina, pero su implementación y sobre todo su ejecución es el gran reto” en materia anticorrupción, Lorena Belem de la Barrera Soria, coordinadora de iniciativas de Integridad de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) en México, estableció que esta crisis de inseguridad se debe a la presencia del crimen organizado que usa la corrupción como su mecanismo para actuar y para permear en todos los niveles de la sociedad.

En el Día Internacional contra la Corrupción dijo saber muy bien y se tienen estudios que hacen este vínculo entre corrupción – delincuencia organizada y todo el impacto negativo en la percepción y la realidad de seguridad de los ciudadanos.

Están totalmente ligados y se tarta de juntar fuerzas, unirnos, como lo hizo la mafia italiana en Sicilia que corrió al crimen organizado y de ahí derivó la Convención de Palermo contra el crimen organizado en los ochentas.

La palabra es la unión, la unidad de voluntades, la contribución hacia la legalidad; es un tema muy sensible, es un tema muy delicado, porque por supuesto que está en juego la integridad de las personas denunciantes.

Dentro de los sistemas locales anticorrupción, así como en el nacional hace falta incorporar la figura de protección a testigos denunciantes y víctimas de actos relacionados a la corrupción, para que, de tal modo, si alguien tiene una denuncia, no sólo exista una línea anónima que asegure la investigación, la sanción y toda esta parte de la aplicación de la justicia, sino que se tenga la salvaguarda como ciudadanos de que no se van a sufrir represalias por hacer uso óptimo de nuestros derechos.

¿Y la sociedad?

En la experiencia de Naciones Unidas hay dos palabras básicas por las cuales no se avanza en materia de corrupción, no es una cuestión cultural, es una cuestión de falta de participación ciudadana.

Nuestro marco legal, según un análisis de escritorio de sus leyes, de compras públicas, del Sistema Nacional Anticorrupción, cumple con los estándares a niveles internacionales.

“La ley es divina, su implementación y sobre todo su ejecución es el gran reto”.

Dijo creer que es un tema de concientización que tiene que ver con la educación en valores, tiene que ver con el aprender que la convivencia y la vida en comunidad requiere de una serie de valores indispensables.

Los niños en la escuela necesitan aprenderlo, es parte de la convivencia pacífica la integridad la honestidad, la solidaridad, el entender que no somos islas, somos seres gregarios, y lo que cada quién haga o deje de hacer desde el ejercicio de su profesión o de su ciudadanía, por supuesto que va a tener impactos y no siempre positivos en la vida y en la calidad de vida de los demás.

Consideró que es un tema de falta de participación, una falta de contrapeso de la sociedad, una falta de involucramiento en el día a día para poner fin, para denunciar, para hacer aplicable la ley a los que no actúan bien y tener entonces un círculo virtuoso de que existe una ley que está hermosa pero que se aplica, que se investigan y se sancionan los actos.

Una vez que se tienen esos referentes el resto de las conductas tiene una falta de incentivo, o un incentivo para no replicarlas, entonces se cree que es un trabajo de muchísima concientización, de educación, de entender qué es corrupción, qué no es, y una vez que se esté ahí se va a entender cómo prevenirla.

Se sabrá cuáles son nuestros derechos como ciudadanos, yo tengo derecho a la denuncia, a accesar a información pública, tengo derecho a saber cómo están ejerciendo cada peso que yo pago de impuestos, tengo derecho a saber todas mis instituciones qué misiones, qué objetivos, qué van hacer con mi dinero y con mi voto.

Pero es una falta de participación, por eso “yo digo que es maravillosa esta crisis que tenemos, porque es una oportunidad, convirtamos todo este hastío, toda esta desconfianza, toda esta frustración en involucramiento, en ojos, manos y corazones comprometidos para decir basta, “México, mi país, mi familia, mi comunidad, necesita algo diferente y construirlo en conjunto”.

FUENTE: El Sol de Zacatecas