Públicamente, no de ahora sino de hace ya un buen tiempo, se ha cuestionado que la fiscalización de las Cuentas Públicas de los entes fiscalizables en Tlaxcala, que le corresponde dictaminar al Congreso Local, sea realmente objetiva.

Acusaciones de partidización de las decisiones, es decir que las fracciones parlamentarias de los diferentes partidos, negocien “en lo oscurito” la aprobación o reprobación de las Cuentas, sobre todo de los municipios, es tonada de cada año. También ha habido acusaciones de corrupción (hasta medidas de extorsión) del Órgano de Fiscalización Superior; y quizá lo que podría ser menos grave, que los titulares de las entidades se han visto en la “necesidad de cabildear” con los diputados, principalmente los de la Comisión correspondiente de la legislatura en turno.

Y esto último es sobre lo que quiero partir para comentar el caso que me siento obligado a hacer público precisamente en este espacio académico de la Red por la Rendición de Cuentas; ya que decidió el Pleno del Congreso Local, el martes pasado, reprobar la Cuenta 2013 de Comisión de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (CAIPTLAX), año en el que fungí como su Comisionado Presidente.

Desde luego nos enteramos de la decisión del Congreso Local, vía la prensa. Es decir hasta el momento no tenemos ninguna notificación oficial. Por lo que parto de lo que dijo uno de esos medios locales (Gente Tlx): “En medio de la incertidumbre, opacidad y parcialidad de la información, el Pleno del Congreso reactivó el desahogo de la presentación de dictámenes de cuentas públicas con la reprobación del ejercicio 2013 de la Caiptlax… En la sesión del martes de nueva cuenta no fundaron ni motivaron las resoluciones… No perdamos de vista que buena parte de las observaciones provenían de la asignación de bonos…”

Resulta que por segunda ocasión en seis años fiscales se reprueba la Cuenta de la (CAIPTLAX). La primera fue en 2011 y efectivamente trascendió que fue principalmente porque el Pleno del organismo autónomo decidió, como lo hizo los tres años anteriores, otorgar un bono de compensación a los Comisionados integrantes del mismo. Solo que aquellas cuentas habrían sido “aprobadas con salvedades” y según uno de los ex comisionados lo que a nosotros no había faltado fue “cabildear”. Se supo igual por amigos de la prensa que al parecer se iba aprobar nuevamente la cuenta, pero algunos diputados en funciones se habían molestado porque en la evaluación recién presentada por la CAIPTLAX habían obtenido tres de calificación.

Sin embargo tal como algunos legisladores lo señalaron, de manera incongruente un año después se aprobó la cuenta correspondiente al 2012, pese a que el mismo titular del Órgano de Fiscalización habría declarado públicamente que iba a ser reprobada nuevamente.

El asunto de los bonos de compensación es un tema que he abordado en otros momentos, pero ahora puedo decir que siempre los he considerado legales. Incluso ahora puedo revelar que un abogado que laboraba en el Órgano de Fiscalización me habría orientado en algún momento respecto a que la base fundamental de los mismos estaba en el artículo 127 Constitucional y en esos términos es que he manifestado mi posición como se puede verificar en los medios de comunicación.

Hasta amigos llegaron casi a acusarme de corrupto y discutí con ellos en privado e incluso en redes sociales. Convencido entonces de que no había nada ilegal es que estuve de acuerdo en lo general en dicha compensación.

Pero como se verá hasta el momento sólo parto de información de los medios de comunicación. Y ahí mucho se puede decir que tergiversa las cosas. En ese sentido es que he realizado ya una solicitud de información, vía INFOMEX Tlaxcala, para que se me entregue de manera oficial los dictámenes de 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013 de la Cuenta Pública de la CAIPTLAX, porque considero que con dicha información puedo demostrar que el Congreso Local (no los diputados locales en particular) se ha contradicho en tres ocasiones respecto a dichos dictámenes.

En todo caso quiero dejar claro que respeto la decisión del Congreso Local de Tlaxcala, pero no la comparto y en todo caso asumo la parte de responsabilidad que me corresponde por la reprobación de las cuentas de 2011 y 2013 y atenderé cualquier llamado de las instancias legales.

Y pido públicamente a la Conferencia Mexicana para el Acceso a la Información Pública (COMAIP) y desde luego a las organizaciones de la sociedad civil, puedan, por su importancia, estar atentos a este caso.

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