Dos días después de ser electo presidente, Mauricio Macri fue recibido ayer por la actual jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, en un encuentro que duró poco menos de una hora y se realizó en la Quinta de Olivos, la residencia que habitan los mandatarios en Argentina, situada en las afueras de Buenos Aires. Macri llegó solo a la que será su vivienda durante los próximos cuatro años, tal como le había pedido la presidenta. Al finalizar la reunión, intentó dialogar con decenas de periodistas que aguardaron su salida en una de las puertas, pero la presencia de los vecinos del lugar y la poca custodia de policías presente impidieron que pudiera hacer declaraciones y se retiró por una puerta lateral.

El encuentro generó expectativas. Antes de asistir a la Quinta de Olivos, Macri había anunciado que le plantearía a Fernández la necesidad de conocer algunos detalles de su Administración, en especial el estado de las cuentas en el Banco Central. Además, según trascendió, pediría a la jefa de Estado que pida la renuncia de quien dirige esa entidad, Alejandro Vanoli, cuya mandato finalizará en 2019. Macri pretende lograr una transición «ordenada» por parte del Gobierno saliente, y para eso asistió a la reunión con la actual mandataria, a la que sucederá el 10 de diciembre. Antes de concurrir al encuentro, el líder conservador confirmó que la diplomática Susana Malcorra, actual jefa de Gabinete de la ONU, será su ministra de Exteriores…

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