En términos prácticos esenciales la identificación de las amenazas en una matriz FODA, busca que al cruzarlas con las fortalezas, eso nos permita generar estrategias que posibiliten que tales amenazas se conviertan en oportunidades.
Pensado el Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (SNT) como una política pública en la materia, es decir como mecanismo de acción para combatir la opacidad en la gestión pública, entonces dicha matriz es posible de utilizar, aunque no es la idea hacerlo aquí, sino sólo identificar dos principales amenazas que habría. De las bondades que se encargue el oficialismo, nosotros tenemos que aportar con la crítica.
Y esta tiene que empezar con el papel que la presidencia de la república tiene y ha tenido en el planteamiento de creación del propio SNT, en el contexto de la reforma constitucional que lo hace posible. Lo digo con toda la responsabilidad necesaria y me apoyo en lo dicho en un artículo de opinión por el Senador Alejandro Encinas. El poder ejecutivo ha sido un obstáculo constante sin embargo se ha superado en buena medida. Por lo tanto la primera amenaza es el papel autoritario de su titular que en la práctica significará todo lo contrario a lo que dicen las fotografías (incluidas las selfies con Comisionados o Consejeros de los Órganos Garantes en las entidades federativas) del suntuoso evento en que se instaló el Consejo Nacional del SNT (CN-SNT).
En la medida en que dichos funcionarios abandonen la esfera de influencia del Ejecutivo, no sólo federal sino en los estados, las personalidades autoritarias propias de nuestra tradición política no afectarán el garantizar tanto el DAIP como la protección de datos personales.
La segunda gran amenaza que trae consigo el SNT es la tentación del centralismo, de por sí fincado en más de setenta años de un régimen vertical. La misma denominación de “nacional” juega en contra de una construcción democrática federalista que de repente nuestros legisladores olvidan.
Qué mejor ejemplo del tinte centralista que el hecho de darle preponderancia al INAI por sobre los órganos garantes en las entidades, no sólo porque conforme al artículo 32 de la Ley General correspondiente, el Consejo Nacional de tal SNT estará presidido por su Presidente; sino porque además es su Pleno quien designa al Secretario Ejecutivo.
Considero que fórmulas más federalistas pudieron haberse instrumentado en la ley, pero tal vez lo que falta es precisamente ese espíritu en los legisladores. De cualquier manera hay que dar un voto de confianza inicial a este marco legal, aunque en la práctica la actual presidenta del INAI no destaque precisamente por asumir con imparcialidad su encargo (es mi apreciación con la que seguramente muchos no estarán de acuerdo y lo respeto).
De esta manera todos y cada uno de los catorce apartados (sin contar el XV) que conforman el artículo 31 de la citada ley que habla de las funciones del SNT, están en riesgo de realizarse bajo una dinámica centralista, hegemonizada por el INAI e incluso sus burócratas, dejando en segundo plano a los órganos garantes restantes.
Ejemplo: Cuando el apartado XI dice que se deberán “Emitir acuerdos y resoluciones generales para el funcionamiento del Sistema Nacional”, es muy posible, sobre todo en las actuales circunstancias de desventaja presupuestal y por lo tanto de capacidad creativa de la mayoría de los órganos garantes en las entidades, que tales “acuerdos y resoluciones” sean originados desde una perspectiva centralista en el INAI o incluso las otras instancias que también integran el SNT como la Auditoría Superior de la Federación, El Archivo General de la Nación y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Tema particularmente complejo será el diseño de la llamada Plataforma Nacional de Transparencia establecida en el Capítulo Único del Título Tercero de la Ley en cuyo artículo 49 se dice que dicha plataforma será una herramienta electrónica, entiéndase en internet, que “permita cumplir con los procedimientos, obligaciones y disposiciones” de la ley. Sin dar tanto rodeo, se legaliza lo que ahora conocemos como INFOMEX. Cualquiera que haya utilizado esta vía para ejercer los derechos de los que estamos hablando, sabrá que muy amigable que digamos no lo es. Más al contrario resulta un poco complicada por su visión, insisto, centralista. Es decir la idea de que todos entienden cómo funciona internet y por lo tanto el lenguaje que se utiliza resulta, aunque no se crea, demasiado técnico. Sin embargo parece que se mejorará en esto.
Entonces personalidad autoritaria en el poder ejecutivo (para no hablar de las peculiaridades de los otros dos poderes) y riesgo centralista es lo que se tiene que combatir de inicio y parece que así será en la medida que el Reglamento de funcionamiento del SNT cuya comisión redactora encabeza el Comisionado del ICAI (Coahuila) Jesús Flores Mier, lo prevenga.
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