Habría de inventarse el indicador Odebrecht para medir el grado de impunidad que existe en cada país. Varía el escándalo que esta empresa brasileña provocó ahí donde corrompió funcionarios, pero sobre todo varía la velocidad con que cada gobierno afectado ha atendido las denuncias de cohecho, compra y soborno de autoridades.

Por ejemplo en Perú, apenas se presentaron las denuncias de corrupción un juez ordenó detener al presidente Alejandro Toledo por haber sido sobornado para asignar la carretera interoceánica que unirá a Perú con Brasil. En el indicador Odebrecht este proceder de la justicia podría obtener un ocho de calificación.

Mientras tanto en Colombia hay una denuncia presentada en contra del presidente Juan Manuel Santos por la propaganda que Odebrecht regaló para beneficio de su campaña electoral. Como en este país todavía no se procede contra nadie —aunque la denuncia señala ya responsables precisos— el indicador Odebrecht alcanzaría siete sobre diez.

En Argentina se habla de actos de corrupción por 35 millones de dólares que habrían sido utilizados para asegurarle a la constructora brasileña ocho grandes obras públicas. Aquí el indicador Odebrecht estaría casi reprobado porque a la investigación le hacen falta nombres y no solo un relato de hechos.

En el caso ecuatoriano la fiscalía ya logró ubicar al gestor de Odebrecht que habría sobornado, también con cerca de 35 millones de dólares, a muy diversos funcionarios de gobierno. Si bien en ese país todavía no han caído políticos ni burócratas involucrados, al menos se tiene al autor material del cohecho, Rodrigo Tecla Durán. En el indicador de marras, Ecuador obtendría entonces una nota de cinco sobre diez.

¿Y México? ¿Qué lugar lograría México en el indicador Odebrecht? Según las confesiones del dueño de esa empresa en nuestro país fueron repartidos más de diez millones de dólares para obtener favores dentro de Pemex. Y sin embargo a la fecha nuestras autoridades no han agregado nada a la investigación.

Esto a pesar de la información que ya obra en manos de la Procuraduría General de la República (PGR). Pemex presentó a mediados del mes pasado una deslactosada denuncia de hechos contra quien resulte responsable y los directivos de la paraestatal dicen que algo encontrarán si siguen buscando.

Por lo pronto México tiene cero de calificación en la escala Odebrecht de impunidad. Es ominosa la comparación con el avance en las investigaciones que lleva el resto de los países afectados. Aquí hasta cuando no son mexicanos los que corrompen nos hacemos patos.

Declaró desde diciembre pasado Emilio Lozoya, ex director de la empresa petrolera, que él duerme tranquilo. Con el indicador Odebrecht en la mano cabe ahora entender lo que entonces quiso decir. De todo Latinoamérica México terminará siendo el único país que no cooperó a la hora de investigar y sancionar a esta extraordinaria red de corrupción confeccionada por la constructora brasileña.

Sólo porque no es justo que sigamos en el pupitre de los reprobados me atrevo a sugerir algunas pistas para mejorar la calificación del indicador. Va un primer nombre a investigar: Arturo Henríquez Autrey. Él fue director corporativo de Pemex Procura y Abastecimiento hasta que una fotografía comprometedora lo relacionó con Amado Yáñez, dueño de Oceanografía. Por las fechas en que Odebrecht operó contratos con Pemex, y por los temas en los que pudo haber intervenido, bien valdría la pena preguntar a gringos y brasileños si el nombre de esta persona hace sonar las alarmas.

El otro sujeto investigable es Froylán García García. Se trata de quien fuera el coordinador ejecutivo de la dirección general de Pemex, cuando Emilio Lozoya era el máximo responsable de la paraestatal.

Este sujeto se hizo fama de todo en esa oficina, menos de gente honesta. Lo acusaron de cobrar comisiones a cambio de conseguir citas con Lozoya. También de destruir proveedores que no eran afines a su causa para traer en su lugar a mejores amigos. Fue inclusive el encargado de regalar recursos de la paraestatal al gobierno veracruzano de Javier Duarte.

Quizá sean infundados los rumores, pero cabe que este señor tenga malos sueños porque entre las comisiones que pudo haber recibido alguna habría sido de Odebrecht.

ZOOM: No afirmo ni niego, solo propongo líneas de investigación y es que de lo contrario mi país continuará siendo el campeón latinoamericano de la impunidad.

Fuente: El Universal