Impacto Legislativo presentó el Informe de desempeño legislativo correspondiente al primer periodo ordinario de la LXII Legislatura. En dicho informe sobresalen cuatro puntos esenciales sobre los trabajos legislativos con respecto a legislaturas anteriores: i) alta productividad en iniciativas aprobadas; ii) alta asistencia a sesiones del pleno; iii) buena participación en votaciones a dictámenes; y iv) una mayor voluntad por parte de los grupos parlamentarios para formar coaliciones legislativas.

Al término del primer periodo ordinario, los presidentes de las Mesas Directivas e integrantes de las Juntas de Coordinación Política de ambas cámaras del Congreso de la Unión, coincidieron en que dicho periodo fue el más productivo en muchos años. En el caso del Senado de la República se aprobaron 11 iniciativas, mientras que en el mismo periodo de las LVIII y LX Legislaturas solamente se aprobó una (ambos legislaturas de inicio de sexenio). En la Cámara de Diputados también se aprobaron 11 iniciativas, sin tomar en cuenta las iniciativas referentes al paquete fiscal mismas que tienen que ser aprobadas obligatoriamente; cabe resaltar que en el mismo periodo en la LX Legislatura se aprobaron 10 propuestas y solamente una en la LXIII Legislatura. Dentro de las propuestas aprobadas sobresalen aquellas en materia contabilidad gubernamental y reforma laboral (etiquetadas bajo la figura de “iniciativa preferente”); así como la propuesta del Ejecutivo federal en materia de reforma educativa, aprobada en su totalidad a once días de su presentación.

En lo relativo a la participación de los legisladores, el estudio señala que en general la asistencia de los diputados y senadores durante el primer período ordinario de sesiones de la LXII Legislatura fue alta, en el Senado de la República la mayoría de los partidos políticos tuvieron un promedio de asistencia superior al 94 por ciento; la excepción fue Nueva Alianza cuya única integrante asistió sólo al 68 por ciento de las sesiones. En el caso de la Cámara de Diputados el promedio de asistencia de los partidos se ubicó por encima del 90 por ciento.

Sin embargo, el porcentaje de asistencia no es proporcional al de participación en votaciones. Por ejemplo, en el Senado de la República se votó, en promedio, un 10 por ciento menos en relación al promedio de asistencia; sobresale el caso de los grupos minoritarios: los partidos Verde Ecologista de México y del Trabajo tuvieron 94 y 97 por ciento de asistencia pero su participación en votaciones fue de 77 y 74 por ciento respectivamente; otro caso es del partido Nueva Alianza cuya única integrante (Mónica Arriola) tuvo una magra participación en las votaciones del período, pues sólo participó en 38 por ciento de las mismas.

Por el contrario, en la Cámara de Diputados el desfase entre asistencia al Pleno y votación fue considerablemente menor, siendo los grupos del PRI y PAN quienes mayor porcentaje de participación tuvieron (96 y 94 por ciento de asistencia frente a un 92 por ciento de participación en votaciones); sólo destaca el caso del Partido de la Revolución Democrática cuyos integrantes tuvieron un promedio de 94 por ciento de asistencia a las sesiones, pero sólo participaron en 70 por ciento las votaciones.

Otra cuestión relevante para comprender los resultados del trabajo legislativo en este primer período ordinario, es la relativa a las coaliciones legislativas entre grupos parlamentarios en el Congreso; ya que éstas, como es bien sabido, resultaron indispensables para poder concretar las reformas que cada uno impulsó. Mientras que al inicio de la legislatura se pensaba que el PRI dominaría las decisiones de la cámara de senadores, la alianza del PAN con el PRD y otros partidos de izquierda cambio el equilibrio de poder, y más sorpresivo fue cuando el PANAL, histórico aliado del PRI, decidió unirse al bloque opositor del Revolucionario Institucional.

El caso más ilustrativo se dio en la votación de la reforma laboral, donde la mayoría de la bancada del PAN y partidos de izquierda se hizo notoria; orillando al PRI a ceder en diversas modificaciones no favorables a sus intereses, que significó el retorno de la minuta a la Cámara de Diputados. Entre los cambios aprobados a la minuta de reforma laboral estuvo la adición del artículo 371, con el propósito de que la elección de las dirigencias sindicales sea mediante voto libre, directo y secreto; la cual fue aprobada por 67 votos a favor del PAN, PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza.

Contrario al escenario en el Senado de la República, en la Cámara de Diputados el PRI logró imponer mayoría con su coalición con el PVEM y Nueva Alianza, además de tener un mayor poder político en las decisiones debido en gran medida a la presencia de su líder, Manlio Fabio Beltrones, de gran experiencia legislativa y peso político; a quien le fue encomendada la tarea de concretar en el Congreso las propuestas del nuevo Presidente de la República.

Con todo lo anterior, se puede concluir que lo mencionado por las instancias de gobierno de ambas cámaras del Congreso afirmaron con veracidad que el primer periodo ordinario de la LXII Legislatura fue el más productivo en muchos años; sin embargo, no debemos olvidar que aún falta mucho por mejorar para alcanzar los resultados que el país demanda.

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