La preclusión como uno de los principios que rigen el proceso, entre algunas de sus acepciones, se define como la pérdida, extinción o consumación de una facultad procesal, que resulta normalmente, de no haber observado el orden u oportunidad dada por la ley para la realización de un acto. Se señalan dos tipos, una absoluta y una relativa, la última opera en determinados momentos, entregando al Derecho la opción de volver o continuar con el acto en otra oportunidad procesal del mismo proceso.

La Sexagésima Segunda Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, mediante el Decreto No. 1989, tuvo a bien o a mal, modificar su reglamento interior, en particular, adicionar el artículo 37 TER que a la letra dice:

“… Al finalizar el periodo del ejercicio legal de una Legislatura, los asuntos pendientes de dictamen de la misma, se darán por precluidos, pudiendo ser presentados como nuevos en la legislatura en función.

Para que se consideren como asuntos precluidos, es necesario que el presidente de la comisión que corresponda, haga la declaratoria respectiva y ordene el archivo de los asuntos como concluidos, informando al Presidente de la Junta de Coordinación Política …”

Nuestros legisladores, como coloquialmente se dice, se están “curando en salud” ante su ínfimo desempeño legislativo. Por ejemplo la Comisión de Gobernación que preside el PRI, tiene más de 350 asuntos turnados que se encuentran “en estudio”. La Comisión de Administración de Justicia que preside el PAN tiene más de 550 asuntos en las mismas circunstancias. Se les reconoce como una de las peores legislaturas por el desaseo que tuvieron en su desempeño y por la manera que tergiversaron la función legislativa.

Tuvieron serios tropiezos con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sus artilugios y excesos, tuvieron consecuencias. Hoy son un convidado de piedra en el problema educativo, nadie los ve ni los escucha, gracias a que no quisieron legislar el tema en sus momento, por su inactividad, hoy vivimos una seria crisis en distintos sectores.

De igual manera, en los últimos días al vencimiento del plazo para armonizar la Ley General de Transparencia, sacaron una ley con varios retrocesos, uno de los principales, es dejar como estaba en la anterior ley, el procedimiento de selección de los Comisionados. Jugaron en contra de los ciudadanos y favor de los partidos, eligieron a los comisionados y al contralor interno, sin contar con una ley armonizada que exige profesionalización y un proceso abierto a la ciudadanía. Además a escasos 30 días de haber salido a la luz esta ley, ya tenía una reforma, un veto, una posible acción de inconstitucionalidad, dos publicaciones parciales, y una veintena de fe de erratas.

Otra más, la armonización de la Reforma Política, hasta esta fecha no la quisieron legislar, sus artilugios y retrocesos fueron desechados, dejaron al órgano local electoral en vilo en las pasadas elecciones; esto originó que varios aspectos tuvieron que ser subsanados con acuerdos internos.

Y así podríamos seguir la lista interminable de desaciertos de este congreso en preclusión, su agenda legislativa anunciada con mucha parafernalia en el Majestuoso Teatro Macedonio Alcalá, no se cumplió.

La falta de transparencia en la información relativa a sus funciones y a su flujo de trabajo al interior de las Comisiones, permite que se lleven a cabo estos retrocesos en la mayor oscuridad y con la connivencia de la Junta de Coordinación Política. Su inacción durante su gestión los llevó a modificar su reglamento interno para subsanar tanto asunto pendiente.

Para la siguiente Legislatura, los ciudadanos trataremos de impulsar un monitoreo legislativo que garantice la eficacia de su labor. Un semáforo mediante el cual la ciudadanía interesada pueda vigilar el trabajo en comisiones, cuidando se cumplan los tiempos legales para su atención. El dinero que circula por los caudales de la opacidad no es menor, el pago de prebendas tampoco, el pago de asesores mucho menos, amerita pues, poner orden en las comisiones, los asuntos que pasaran “a mejor vida” o preclusión serán vastos.

Es necesario impulsar ya, el Modelo de Parlamento Abierto en Oaxaca, el daño que han hecho a nuestro Estado es tremendo, su desaseo legislativo ya hizo estragos. La técnica legislativa como el conjunto de reglas que ajusten la conducta funcional de los legisladores, debe ser una realidad en Oaxaca, ya basta de legisladores como los actuales que optaron por la preclusión de sus asuntos guardados en las gavetas del Congreso.

La Sexagésima Tercera Legislatura estará dividida y sin fracción parlamentaria con mayoría. El PAN con 5 curules, PRD con 7 y ambos desarticulados, MORENA la segunda fuerza con 8, PRI con 16, PT  con 3 y 3 más a partidos pequeños . Esta coyuntura debe permitir el cambio esperado para Oaxaca con la elaboración de leyes que permitan la paz y la sana convivencia entre los y las oaxaqueñas, que hoy por culpa de la clase gobernante, entendida como el  Ejecutivo y el Legislativo, nos estamos enfrentando entre paisanos.

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