Un nuevo escándalo de corrupción sacude al gobierno chino. En medio de la campaña lanzada por el actual presidente Xi Jinping —agudizada tras la revelación en enero de que 13 familares de dirigentes poseen cuentas millonarias en paraísos fiscales— se aprobó la investigación a Zhou Yongkang, ex jefe de seguridad, a quien las autoridades chinas le han incautado activos por un valor de al menos 90 mil millones de yuanes (14 mil 500 millones de dólares), según fuentes citadas por Reuters.

Jinping asumió como presidente el 14 de marzo de 2013 y desde ese momento prometió una lucha fuerte contra la corrupción en la élite comunista. El caso Bo Xilai, condenado a cadena perpetua por corrupción y cuya esposa fue sentenciada a muerte —pero con pena suspendida— por asesinar a su socio, es el más emblemático y podría equipararse con la nueva investigación contra Yongkang.

De acuerdo con The New York Times; la cúpula del régimen habría autorizado a principios de diciembre una investigación formal contra él. Fue un alto funcionario del partido el encargado de avisarle sobre su situación durante una visita a su domicilio. Desde ese momento a Zhou Yongkang y su mujer, Jia Xioayue, permanecerían constantemente vigilados.

Más de 300 de los parientes, aliados políticos, protegidos y miembros del personal de Zhou fueron puestos bajo custodia o interrogados en los últimos cuatro meses, dijeron fuentes, que están al tanto de la investigación.

La magnitud de las cantidades incautadas y la escala de las investigaciones hacia las personas relacionadas con Zhou —de las que no se ha informado hasta ahora— hacen que la investigación por corrupción no tenga precedentes en la China moderna —sólo podría equipararse con el juicio a la mujer de Mao, Jiang Oing— y trataría de demostrar que el presidente Xi Jinping está combatiendo la corrupción en los niveles más altos…

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