En opinión de Alberto Serdán, integrante del Programa Disciplinario sobre Políticas Educativas del CIDE, sería prudente que la autoridad educativa implementará una prueba piloto en las aulas para conocer si los libros de texto —en educación básica— y sus contenidos son adecuados con las necesidades en materia educativa.

Mencionó que, dados los retos, podría impulsarse una estrategia piloto para observar y evaluar si los textos “son adecuados y pedagógicamente viables”.

Ayer, la Academia Mexicana de la Lengua entregó a la SEP la revisión hecha a los 86 libros de texto gratuitos, análisis en donde detectó fallas en la calidad de los contenidos.

Para Alberto Serdán, ex coordinador de Activación Ciudadana de la organización Mexicanos Primero, en cada reforma es frecuente que se hagan revisiones, incluso hay experiencias de análisis a las ilustraciones.

Consideró que las fallas son resultado de la injerencia que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en las políticas educativas.

“No podemos pasar de alto que en la elaboración de libros de texto estuvo Fernando González, yerno de Elba Esther Gordillo, cuyos méritos para ocupar el cargo de subsecretario de Educación Básica poco tenían que ver con su calidad como estudioso de la educación, sino más con la lealtad y relación con Gordillo Morales”.

Explicó que antes de la reforma educativa el sindicato liderado por Gordillo no sólo controlaba el ingreso, permanencia y promoción de los docentes, también lo hacía en el diseño, implementación y evaluación de la política educativa.

“Esta entrega del Estado al sindicato tuvo consecuencias poco gratas para los propósitos de la educación. Ojalá que a partir de estos tiempos se entienda que cada actor debe jugar su papel y al sindicato le corresponde defender los derechos de los trabajadores, pero no convertirse en patrón y subordinado”, concluyó el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas.

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